Hoy mientras comía un gustoso caldo de pollo hecho por mi mamá -ideal para este intempestivo frío caraqueño- me preguntaba a qué se debía que lo relacionáramos con restablecer nuestra salud y ánimo.
¡Y claro! Mi insaciable curiosidad se dedicó a buscar si en efecto había fundamentos científicos para esa creencia que heredamos de nuestros abuelos… ¡Fíjate que si!
El caldo de pollo es maravilloso, pero el amor más
Y claro, son los cuidados y el cariño que damos a las personas que están engripaditas, los que a mi juicio causan más efecto.
Más, fíjense lo que exponen en algo que conseguí. La parte química de nuestro cuerpo se nutre con el caldo de pollo porque:
- Tiene vitamina A, lo que aumenta las defensas y el sistema inmune.
- Contiene muchos minerales, como el fósforo, que ayuda a la formación y fortalecimiento de huesos y dientes. (Por eso es ideal para el crecimiento cuando somos pequeños).
- Se digiere muy fácil y sus nutrientes pueden ayudar a sanar el revestimiento del intestino. (Ideal para complicaciones gástricas).
- Si además de caldo de pollo, tiene verduras (Y aquí lo llamamos sopa o hervido) se convierte en una comida baja en calorías y alta en proteínas.
- Contribuye a la mejora del dolor y la inflamación de las articulaciones por el sulfato de condroitina, glucosamina y otros compuestos presentes en el cartílago del pollo.
- Su glicina posee efectos tranquilizantes que ayudarían al sueño y el descanso.
Entonces, si es cierto que como es un alimento muy saludable, pues en algo apoya a restablecer nuestras condiciones óptimas. Más los otros cuidados y las medicinas según sea el caso.
En mi caso y experiencia puedo decirte que en ocasiones mis estados gripales o de decaimiento, tienen que ver con cansancio. Soy una hiperactiva irrecuperable: Con frecuencia me meto en muchos líos y compromisos. Me excedo y luego tengo que lidiar con algunas consecuencias.
Con o sin caldo de pollo (Porque si estoy muy congestionada lo que me viene mejor es una sopa de cebolla), escuchando mi cuerpo es que salgo adelante.
Pero viniste tras la receta del caldo de pollo, ¡Lo sé!
Y como buena foodie desde hace tiempo me he dedicado a comentar y dar recetas, bien sea en mi comunidad que está en Telegram, o en otros espacios digitales.
Casi siempre combino historias de mi vida con las diferentes preparaciones y créanme que el caldo de pollo me sale genial y tiene muchos significados. Está ligado a momentos claves de cosas que me han pasado.
El de la foto es real, hecho por mi. La imagen no expresa muy bien lo rico que quedó; este es un olor típico de mi casa, sobre todo de los días domingos, formando parte fundamental de lo que se llama confort food para mi.
Y aquí están esos tips que estabas buscando…
Un buen caldo de pollo, -además de la dedicación y el amor que comenté aquí– siempre lleva:
- Las partes del pollo que tienen menos carne, son las más gustosas: Carapacho, alas, pescuezo son las mejores para saborizar ese caldo. Le siguen los muslos… ¡De último la pechuga! Pero si no tienes nada de presas, puedes ayudarte con los concentrados comerciales que hoy día están mejorados y no son tan químicos.
- Ponle las verduras que te gusten, o puedes dejarlo “muy clarito”. Las ramas como cilantro, cebollín, celery sí son muy importantes para darle la sustancia.
- El amor, el amor… Siempre el amor. Si la hacían bien en tu casa, busca reproducir ese sabor. Pregunta -si vive- a quien mejor la hace. No es tan complicado, si te dejas guiar por los recuerdos. Y hacer un buen caldo de pollo da muchas ventajas. ¡Que te lo digo yo!
Más allá de la teoría, nuestras creencias se hacen realidad…
Y por aquí seguramente he debido comenzar. Porque todo aquello que tú creas que te hace bien, pues te hará bien. Por eso es tan importante el autoconocimiento, que como te decía en una entrega pasada, te sirve de herramienta fundamental para salir a flote en cualquier crisis o emergencia.
Así que para algunas serán la comida italiana, otras buscarán comer bastante chocolate… ¡Y así sucesivamente! Otra cosa importante es rodearse de las personas vitaminas de tu vida, como diría Marian Rojas-Estapé.
Por ello, llegué a esta comunidad y aquí me quedo… Y si me pides alguna receta, ¡Te la investigo, te la adapto o te la invento! Comenta cual quisieras y te voy a complacer. Por ahora, voy por mi segundo plato de caldo de pollo y me despido hasta el próximo destello.

Sheila Vargas Rojas

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me encantó tu reporte y también le apuesto al caldo de pollo que cura todito. Saludos estimada.
Excelente, sopa de pollo para el alma.
¡Gracias querida maestra! Si, creo que ayuda mucho tanto la sustancia, como el corazón que se le pone. A mi hija le encanta. Y es mi mayor crítica culinaria
Exacto y correcto. Ese libro es hermoso. Merece una releída y de repente lo ponemos de clásico en el club, a ver quien se anima. Un abrazo colega
Estoy leyendo esto mientras tengo caldo de pollo en la estufa, de verdad que es mágico como cura todo, pero sobre todo, saber que esa sanación viene por el amor. Qué rico y oportuno leer esto
Otra diosidencia más mi querida Master. A mí me encanta todo lo que contenga pollo y luego que para variar lo aprendí a hacer con arroz, en días muy fríos lo disfruto más (aguaíto que llaman). Feliz de tu disfrute y de ese consentimiento que te diste
Super interesante, y es así la sopita de pollo tan ligera pero a la vez cargada de muchas energias.. mi favorita.. ummmm
Pero entonces hemos de juntarnos a hacer esa gran sopa! Ya veo que las invitadas serán varias. Y a ti, te debe quedar super deliciosa