La productividad es un hábito un poco difícil de integrar en está era de transformación digital apresurada, porque hay barreras mentales que con frecuencia la disminuyen y la van convirtiendo en una agenda rutinaria en la que siempre aparece la postergación.
Te confieso, que al principio, la palabra productividad me daba crinch porque lo veía como estar ocupada todo el día y a cambio solo ganaba cansancio, nada más.
Era lo mismo realizar las pautas del trabajo diario que ser productiva, aún sabiendo que la productividad demanda un resultado.
No era consciente de que tenía (bueno, aún tengo) barreras mentales ancladas a un sinfín de creencias que no dejaban ver mi equivocación.

Sin embargo, hace días logré descubrir 5 barreras mentales que merman mi productividad, y te las quiero compartir para que, si las identificas en ti, te mantengas alerta como yo.
¿Las vemos juntas? Comencemos.
Pero, ¡ya va!
Antes de indentificar cuáles son estas barreras mentales…
…Primero revisemos la etimología de las palabras ocupación y productividad, que a menudo se confunden, pero no, no son lo mismo.
*Ocupación: De acuerdo a la Real Academia Española RAE, ocupación viene del verbo ocupar, el cual tiene varios usos, pero aquí solo tomaré los que se relacionan a mi concepto.
8. prnl. Emplearse en un trabajo, ejercicio o tarea.
10. prnl. Poner la consideración en un asunto o negocio.
11. prnl. Asumir la responsabilidad de un asunto, encargarse de él.
El último de los usos es la definición que muchos le damos, y para mi, es la que mejor explica el significado de esta palabra. Además, representa lo que he estado haciendo las últimas semanas, “encargarme de un asunto”.
*Productividad: Mientras que, la productividad, entre otras definiciones, significa:
1. f. Cualidad de productivo.
2. f. Capacidad o grado de producción por unidad de trabajo, superficie de tierra cultivada, equipo industrial, etc.
Cualidad de ser productiva, es decir, que implica eficiencia en relación con la cantidad de trabajo que se realice de manera satisfactoria.

No obstante, cuando hablamos de emprendimiento, considero que la productividad tiene que más ver con hacer un sistema propio de trabajo en el que valga el esfuerzo y al final se obtenga dinero.
En ese sentido, si dejamos que las barreras mentales se interpongan, el esfuerzo de inmediato se convierte en frustración y el dinero llega lentamente.
Estas son las 5 barreras mentales contra la productividad
Ahora bien, las 3 primeras barreras de las que quiero hablarte tienen que ver con el tiempo.
1. “No me alcanza el día”
Esta barrera mental es la más común. A mi las últimas 3 semanas no solo no me ha alcanzado el día, sino que la semana se me ha ido en un abrir y cerrar de ojos .
Pero, noté que esto es solo una percepción limitante mía, porque la verdad es que me distraigo en cosas que no debo y pierdo el foco.
Si no alcanzara el día, mi querida Sheila Vargas Rojas, no llevara su bombillo a alumbrar tantos eventos, incluso los que se llevan a cabo en línea.
¿No lo crees? Ella lo explica muy bien en este grandioso post: Administrar el tiempo, haz Magia.
2. “Es que mi rutina de trabajo siempre ha sido así”
Me caché diciendo esto a una vecina, que a altas horas de la noche me dio prestada su computadora para hacer algo que me pidió un cliente.
Y la verdad es que eso es mentira. No siempre he sido workholic, antes de dejarme arrastrar por la rutina, administraba muy bien mi dinámica de trabajo, era realmente productiva.
¿Qué me paso? Tal vez me caí de la cama y ahora es cuando está saliendo ese chichón. Aunque creo que más bien ha sido la falta de inspiración para crearme una rutina a mi gusto.
Después de leer las 3 claves para tener una rutinas de mañana perfectas que explica Casandra Pérez, supe que estaba errada en mi modo de ver las rutinas.
No es que las rutinas sean fastidiosas y hagan de mi día lo que el viento de se llevó, son mis barreras mentales las que están poniendo en jaque mi capacidad de ser productiva.
3. “Todo lo que voy hacer está en mi mente”
A mi no me gustaban las agendas, las odiaba porque tenía la mala costumbre de “confiar en mi mente”. Entonces, de 6 cosas que tenía que hacer terminaba haciendo solo una.
Desde que inicié en el mundo freelance empecé a querer a las agendas y llevo un cronograma de lo que hago a diario.
Pero estas últimas semanas mercurio se ensañó conmigo (jajajaja, excusas), y las barreras mentales volvieron, me dio por confiar en mi mente y todo el trabajo se retrasó.
Es habitual centrarse en tratar de cambiar las cosas que suceden fuera cuando, en realidad, para ser más productivo lo que tienes que cambiar es tu mentalidad”, Beatriz Blasco, bloguera.
4. “Si hago 2 de 3 tareas mi semana es productiva”
Dice un sabio que no hay peor engaño que el que te haces a ti mismo. En definitiva, no cumplir la meta diaria de tareas a realizar dice mucho de lo “productiva” que una es, y esto me estaba pasando.
Mi “argumento” era: “bueno, 2 de 3 es un avance”, me resistía a comprender esta otra barrera mental que me tenía estacanda, mi productividad iba en declive.

Y si bien, no he dejado de producir dinero, mi meta de ganar la cantidad que me propuse para noviembre de este año, pende de un hilo por no reconocer que la ansiedad me estaba tomando examen.
Y por último, la más importante de todas.
5. No confundir las prioridades con lo importante, ni con las urgencias
En las últimas 3 semanas me he pasado el cronograma diario y el calendario editorial por donde no me pega el sol.
Lo que es importante y urgente para mi engavetó mis prioridades. Me creí la súper mujer y me llevé un tortazo porque lo mis proyectos quedaron rezagados.
Afortunadamente, cuento con grandes mentores en el área digital, como mi bella @AuraBritoSM y mujeres que son ejemplos maravillosos en la comunidad de Emprendedoras Digitales de Venezuela para recuperar mi cable a tierra.
Ellas con su quehacer y servicios me están ayudando a disipar mis barreras mentales, a dejarme la pendejada y ponerme los patines de la productividad.
Ahora, dime, ¿cuál de estas 5 barreras mentales has identificado en ti?
Te leo. 😘
Me encanta tu manera clara y jocosa de escribir, me sacaste más de una sonrisa. La diferencia entre ocupación y productividad me llegó; igual que lo urgente e importante. ¡Gracias por esta “anclada” a la realidad!