Debo empezar este post diciéndote que no soy experta en Mindfulness ni mucho menos, no puedo considerarme siquiera una aficionada, todo lo que deseo trasmitir en estas líneas es desde mi experiencia personal.
¿Y por qué quiero hablarte de este tema? Porque he recibido tantos beneficios que no puedo quedarme eso para mí sola, necesito compartirlo contigo.
Mi experiencia previa al Mindfulness
Tal vez te identifiques con esta breve historia.
Puedo hacer varias cosas a la vez, soy una mujer multitasking. Me siento a trabajar frente a la computadora, tengo que escribir un artículo, coloco la música que me acompaña. Reviso mis notificaciones del teléfono, empiezo a escribir en el documento de Word. Respondo el mensaje pendiente y vuelvo a la escritura, tomo café y sigo escribiendo.
Otro escenario…
Salgo a tomarme un café con una amiga, tengo mucho tiempo sin verla. Nos tomamos la respectiva foto para las redes y la subo a las historias. Pedimos el café y empezamos a conversar. Reviso el teléfono porque el negocio nunca se detiene. Hago una transferencia mientras mi amiga me pone al día con sus cosas. Me tomo el café, otra foto y nos despedimos.
Y aquí podría extenderme mostrándote diferentes escenarios en los que podía hacer muchas actividades a la vez. ¿Y eso qué tiene de malo? Nada, solo que no disfrutas ninguna de las cosas que estás haciendo.
¿Y no es de eso que se trata la vida? ¿De disfrutarla? ¿Por qué nos esforzamos tanto en vivirla sin disfrutarla?
Mi salud me llevó al Mindfulness
No te voy a decir que mi salud se vio afectada por no vivir el momento presente, te mentiría, no llegué a ese extremo. Pero seguro conoces alguien que haya sufrido consecuencias por el estrés, como caída del cabello, problemas de tensión, infartos, entre otras.
En mi caso, por otros motivos, me vi obligada a hacer una pausa en mi vida hace tres años. Estuve 6 meses en cama y 2 meses en un hospital. Era un embarazo gemelar de alto riesgo, los morochos no sobrevivieron. Además de la pausa obligada tuve una dura pérdida que me llevó a replantear mi estilo de vida.
Tú no tienes que esperar que te suceda nada trágico ni ver tu salud comprometida para tomar las riendas de tu vida y empezar a disfrutar de los pequeños momentos.
Quizás la pandemia fue ese punto de inflexión para ti.
Hace unos días disfruté de unas mini vacaciones por mi ciudad natal, fueron solo 3 días, pero me desconecté completamente y me hizo reflexionar lo natural que ya se me hace poner en práctica el Mindfulness.
Hoy quiero compartir contigo las cosas que yo he hecho para aplicar el Mindfulness a mi día a día y tal vez te animes a empezar con alguna:
1. Apaga el teléfono o ponlo en modo avión
Hazlo cuando vayas a comer, cuando te estés tomando el café con tu amiga o en el momento que creas que lo necesitas.
El mundo no se va a caer, te lo garantizo, todo va a seguir en su mismo sitio y tú habrás disfrutado el momento.
Si se caen las redes sociales, como sucedió hace poco, recuerda que la vida real está llena de momentos, mejores que los de la pantalla negra.
2. Saborea las comidas y bebidas
Pero saboréala de verdad, percibe los sabores, texturas, mastica lento.
Disfruta de un buen café, si es sin azúcar, mejor (ja, ja, ja, mentira, así me gusta a mí). Pero en serio, disfruta del café, trata de identificar los sabores, la calidad. Lo mismo un buen vino o una infusión.
En Psicología Positiva hay un término que define muy bien esto que te recomiendo: “Savoring”
¿Has visto la película Ratatouille? Hay un momento en que Ego prueba la comida que prepara Remy y de inmediato viaja a su infancia. ¿Te ha pasado algo similar? Pruebas una comida que te traslada a algún momento especial de tu vida. Eso sucede porque viviste el momento y lo asociaste con un sabor especial.
Anímate a hacerlo hoy, disfruta cada bocado que comas, verás la diferencia.
3. Respira
Me río mientras escribo esto. Hace unos 6 años estaba trabajando en un proyecto y las cosas no iban saliendo como lo esperaba. Cuando creía que estaba a un paso de lograrlo surgía otra cosa y lo atrasaba. En un momento colapsé.
Llamé por teléfono a un amigo para desahogarme y pedirle que me ayudara a ver una solución. Su respuesta fue: respira. Mi respuesta automática fue cortar la llamada y me molesté tanto.
Hoy en día entiendo que fue uno de los mejores consejos.
Cuando respiramos volvemos al momento presente, oxigenamos nuestro cerebro y si lo hacemos de manera consciente las ideas empiezan a fluir.
Haz la prueba, detente y respira conscientemente unas 4 veces, verás el cambio. Disfrútalo.
4. Mira a los ojos cuando hables
Ahora, después de esta pandemia mundial que estamos atravesando, esta recomendación toma más fuerza.
Esta es la mejor manera que tienes de disfrutar una buena conversación. Deja el teléfono a un lado, guárdalo en tu cartera y mira a los ojos mientras hables.
Esto también te permitirá tener una escucha activa y recordar con más facilidad lo que conversas con tus amigos, conocidos, socios, clientes, con quien sea.
Además, no hay nada más hermoso que percibir lo que trasmite una mirada. Sí, ya me puse romántica, pero te aseguro que no te arrepentirás de poner esto en práctica.
5. Caminata al aire libre
Una vez más, sin teléfono. Sal a caminar para despejar tu mente, poner tus ideas en orden y apreciar el paisaje.
Antes me sucedía mucho que pasaba tantas veces por un mismo lugar sin percatarme en los detalles. “Pasaste por la panadería, ¿estaba abierta?” era una pregunta que me hacían y me quedaba paralizada, no tenía idea, seguro pasé sin prestar atención.
Ahora voy prestando atención a los lugares, los colores de una flor que consiga en el camino. Y mientras hago estas caminatas he soñado, construido, viajado, he hecho muchas cosas con solo una caminata.
Espero que estas líneas puedan servirte de ayuda para que empieces de a poco a practicar el Mindfulness y te des cuenta que no se trata de una moda.
Y si ya aplicas alguna de estas técnicas, cuéntame tu experiencia, estaría encantada de leerte.


Latest posts by Milangela Araque (see all)
- 7 Tips para leer más y mejor este 2023 - 12/01/2023
- Es tiempo de soltar - 17/11/2022
- ¿Cómo activar tu creatividad con la lectura? - 17/10/2022
- Cliente-céntrico: lo que no sabías de esta tendencia - 17/08/2022
Hola, excelente artículo. Yo intento desconectarme de mi trabajo cuando llegó a casa. Hago una siesta o veo algo de tv, luego retomo otras actividades.
Hola, Mariene. Es una buena forma de desconexión, además es tan necesario para recargar energías y seguir adelante. Gracias por leerme.
Me encantó Mili y te diré el por qué. Gracias a Dios ya había puesto en práctica está disciplina del yoga y la meditación, tampoco me considero experta, pero hace años comencé con el Yoga y luego al inicio de la pandemia busque terapia para reconocer muchas de mis creencias que me limitan, pero continúo ese proceso porque lo que nos enseñaron entre comillas mal, no se desprende de la noche a la mañana y como todo, debemos ser disciplinado.
Cuando mi padre fue hospitalizado el año pasado de COVID, considero que esa disciplina me mantuvo fuerte, centrada era la única que se podía mover, me llevó a dirigir lo que todos los días debíamos hacer.
Reconozco que una vez lloré en el hospital al escuchar que le informaron a un familiar de una persona hospitalizada había muerto, esa templanza se desmoronó, lloré y al sacar esa angustia en un lugar aparte de todos los demás, comencé a respirar y a orar.
Contaba mis respiraciones y veía en mi mente recuerdos que había vivido con mi papá y los llevaba al presente, siempre lo visualizaba alegre y haciendo todas sus cosas locas.
Hoy puedo seguir dando gracias a Dios por la oportunidad que le siguió dando y al minfulness por mantenerme lúcida y activa en momentos no gratos.