¿Me crees si te digo que todos tenemos un héroe de vida muy cerquita? ¿No has escuchado nunca decir: «Menos mal que llegaste… Tú eres la (el) que nos puede apoyar»… ¡Eres tú! Sacas tu haz de luz y lo transformas todo.
Lo haces casi siempre porque así te salió de adentro y ya con eso debería ser mas que suficiente. No importa si te lo agradecen o no. (Y si no te sientes conforme con ese dar, pues habrá que revisar otras cosas. No se trata de sacrificios ni mucho menos debilitarte).
¿De dónde saqué esto? A veces no suelo escribir literalmente de lo que leo, sino de la transformación que en mi produjo un texto, o un momento. Y esto que te cuento hoy, seguro viene de una reflexión antigua de algún otro tiempo: yo he sentido muchas veces que mi propio héroe de vida (y en este caso heroína) soy yo.
Si eligieras dejar la lectura hasta aquí, quiero que te quedes con una gran frase que no es mía. Esa que te haga pensar en aquellos momentos épicos y significativos, en que has sentido un alivio por tu acción…
Un héroe es todo aquel que hace lo que puede.
Romain Rolland
Y eso somos nosotros, con todas las letras, ¿No es así? Si te quedaste acá, puede que quieres que te diga que los actos heróicos y de salvación también producen un poco de desgaste.
Eres humano y tampoco hay que exagerar
Cuando eso de siempre resolver se hace repetitivo, puede pasar que se convierta en una carga y te agotes. Si eso te pasa, recuerda que en algún momento lo elegiste… Y por lo tanto, lo puedes cambiar. No tienes un solo súper poder para ejercer eso de crear impacto en tu entorno.
Responsablemente he de decirte lo que no te va a funcionar:
- Torturarte pensando ¿Qué pasaría si yo no estuviese?; lo digo desde mi aprendizaje y mi verdad: Te amargas más y es una simple expresión de tu ego.
- Quejarte. ¡uy no! peligroso. «¿Quién me mandaría a…» No, no… en lo que detectes esa conversación, sustitúyela de inmediato por gratitud, porque esa queja anula TODOS los dones.
- Esconderte o lo contrario exigir publicidad. Otra expresión de un ego mal manejado, ojo con eso.

Lo que sí funciona, es saber qué herramientas -o dones- tienes y hacerte responsable de ellos. Puede que el aprendizaje sea largo, pero lo vale y mucho. Créeme que si se te dieron cualidades especiales, es para algo.
¿Para qué te llaman tus amigos? Descubre pronto tu súper poder para hacer de tu «acto heróico», singular e irrepetible. Ser tu propio héroe de vida es muy bueno… Hacer útiĺ ese don para otros, es tu misión. (También te puedes inspirar viendo la película «Encanto«, que ha causado tanto revuelo últimamente).
No soy la única: «Héroe de su vida», es una etiqueta compartida
Los míos, los más cercanos son mi familia y amigos. Qué inmensa bendición me ha dado la vida cuando tengo el placer de compartir con ellos: estudiar, sonreir, hablar, comer y mostrarme tal cual como soy. Ninguno es mejor que el otro… Todos son necesarios y llegan a rescatarnos cuando lo solicitamos. Así funciona, ¿no? Comunicar es importante.
Así, para los que tenemos la dicha de tener varios grupos o comunidades de referencia, el uso se diversifica: Con unos hablamos de compras y ofertas, con otros tomo té, café o hablo sobre música, artes, escritura poética. Tengo favoritas que oyen mis «tragedias griegas» (como lo leen, tengo mi lado dramático) y la que no puede faltar: la que me sacude y revuelca hasta que reaccione.
¡Y para usted de contar y enumerar! Hay de todo … realmente de todo en mi vida. Cultivar las relaciones es una gran virtud que no tiene desperdicio alguno.
Eso si, recuerda enfocarte en hacer las cosas en excelencia, por los motivos correctos… Porque en nuestros días, a todos nos corresponde. ¿A quién más?
Me despido, ¡Dale felicitaciones al héroe de tu vida! Nos leemos pronto, hasta el próximo destello…
Sheila Vargas Rojas
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Me encantó leerte y reconocerme como un héroe de mi propia vida, pero sobre todo sin darme látigos. Gran artículo, paisana. Me encantó.