Es increíble cómo cuesta cumplir proyectos, porque una cosa es fijarte metas y otra distinta seguir los pasos.
He fijado una lista de 4 tareas, solo 4 tareas grandes para desarrollar por trimestre en este año y me entregué a no terminarlas.
Llevo más de 3 meses ahondado en la profundidad de mi ser para entender cómo es que siendo todas esas metas tan importantes para mi, las fui desplazando.
Sí, ejecuté muchas tareas relacionadas, he alcanzado muchas metas que no estaban en la lista y que fueron tanto o más valiosas que lo que visualicé en el año.
He sentido durante todo el 2021 que me fallé en comparación a lo enfocada que estuve en 2020.
No sé cómo me pude distraer tanto, siento que sigo pasos mecánicos en algunos casos, pero en otros sencillamente no avancé.
¿Qué vas a aprender de mi historia?
Vamos a averiguarlo, estoy escribiendo esto para ayudar a entenderme y aterrizar lo que tengo en mi mente para evitar castigarme tanto y decidir qué hacer.
Desde mi perspectiva ninguna idea avanza sino se transforma en meta, porque a los sueños hay que ponerles fecha + ejecución, sino solo será un sueño.
Organicé 4 tareas que según mi conocimiento mío de mí, bien podía seguir los pasos en 3 meses.
Eso se transforma en aproximadamente 90 días, que se podían convertir en mínimo 40 tareas o metas pequeñas en un determinado tiempo del día.
El resto de los días recuerda que los debes dedicar a descansar, hacer tareas diversas o no hacer nada, la planificación es así se deben incluir hasta los placeres.
Ahora bien, 90 días son bastantes para ejecutar un proyecto no tan grande, una de las metas es conseguir el dinero que se necesite, porque se necesitará, para concretar algunos planes.
Y si puedo atajar uno de los retrasos en el año fue ese, parte de llevar algunas metas a la realidad fue encontrar ese ingreso monetario que fuera tan estable que no me desfalcara.
Tienes mucho que procesar en tu negocio, más el día a día de estar presente en los espacios donde te debes dar a conocer, redes sociales, página web, entornos presenciales, entre otros.
Estas son tareas de las que no puedes prescindir, porque si algo es cierto es que lo que no se exhibe no se vende, a menos que tu idea de negocio sea una de esas que se venden solas.
Pensar estratégicamente
No existe absolutamente nada que hagas en tu negocio que no tenga sentido, hay mucho tiempo que aprovechar para prosperar.
Me di cuenta que de cada meta propuesta para seguir los pasos, no me atreví a preguntarme para qué, 2 de esas metas, solo me las propuse porque dije puedo hacerlas, van bien con mi negocio.
Ahora que veo que no avanzo con ellas, al menos no como quisiera, me comienzo a preguntar para qué las quiero ejecutar y solo en mi corazón sé que van a funcionar porque no me atreví a validar del todo.
Algunas de estas metas son de pura inspiración para ayudar y hacer crecer mi comunidad, es mi búsqueda de monetizar con productos tangibles ya que solo vendo servicios.
¡Es tan complicado vender servicios!
Así que esta ha sido esta experiencia de ¡ajá!, una cosa es ponerme metas, pero muy distinto es seguir los pasos.
Hay de todo por gestionar y sobre todo cuando esas grandes ideas, mientras se van produciendo, no están generando ingresos.
Así que la presión de comer y llevar algo para tu casa, cuando solo de esto dependes, cobra una prioridad en tu lista que no quisieras que te detuviera.
Hay que sacar cuentas al fijarte metas
Todas las metas tienen su valor, el más valioso es el tiempo que le dedicas sobre todo porque no lo recuperas nunca.
Los proyectos, para que se lleven a cabo deben tener su estructura de costos para saber si son rentables y planificar cómo obtener el dinero para producirlo.
El paso a paso termina siendo mucho más allá que completar tareas.
Eso sí, todo se puede, lo he descubierto conmigo misma pero requiere coraje y disciplina.
La única responsable de que todo se logre eres tú y te corresponde tener fuerza de voluntad, confianza en ti, apoyo, guía y dónde reposar tus miedos para convertir tu meta en un hecho.
Aquí estoy diciéndote estas cosas, diciéndomelas a mi. Intentando procesar por qué detengo mi propio avance.
Aún así, no pierdo la oportunidad de revisar lo que sí he logrado, de celebrar lo que se llevó a la ejecución, de anotar esa idea que salió de repente y la convertí en realidad.
Sé que no me detuve, que estoy haciendo el trabajo, no el que me complete las metas específicas del año pero sí me llevan a que se vean mejores y más concretas.
No dejes de lado tus avances, ni te castigues porque dijiste que serías más constante y no lo estás logrando, sin saber que no desistir te hace la más constante del mundo.
Ya con eso mereces un aplauso.
Ahora me toca replantear todo, volver a leer este post desde el principio, seguir aplicando lo que sé y lo que enseño, porque si hay algo que amo hacer es, convertir sueños en realidad.
Para saber más de mí y mis avances, acompáñame por aquí @analodesigns
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Yo siento tocaya, que cuando doy dos pasos para adelante, luego doy uno para atrás. Pero muy importante tus palabras, la constancia, la disciplina y no perder el enfoque para cumplir las metas es necesario.
Gracias
Sigo mi linda y bella sin saber qué te pudo haber frenado y mortificado tanto cuando yo lo que te veo es brillando. ¿Que no hiciste lo que querías con pelos y señales? ¿Que aun no estás relajada financieramente hablando y andas trabajando el doble? Son etapas, sencillamente eso. Sin embargo, no está demás que desempolves la manera en que veías trabajar a tus adultos de crianza. Allí hay respuestas y creencias que produces lo que ahora estás viendo. ¿Vale?
Mientras tanto, fluye contigo, la que eres – o la que estás siendo ahora- que aunque tiene cosas que no viste venir, ha resultado una persona servicial, amable, encantadora y el centro de unas crafters increíbles. Dtb, Lo que has desarrollado me ha salvado hasta a mi.