Sucede cuando te das cuenta de que es necesario hacer pausa para observar tu emprendimiento. Tu cuerpo, tus sensaciones, no son lo único que lo pide, también el sonido sordo de auxilio, las señales y banderas que no has logrado ver ni medir, te dicen por ahí no es, toca volver a empezar.
Para emprender hace falta avanzar, por supuesto, pero a ser posible y excluyente en pos de una senda con al menos algún indicio de certeza. Esa de saber, que quien me escucha y yo, experimentamos lo mismo y tan solo nos encontramos en el camino.
Pero no sólo de sensibilidad está hecha la ruta sino de estrategia y encuadre para llegar a quien dará el mejor uso y cuidado a aquello que la emprendedora tiene para compartir. Volver a empezar las veces que sea necesario, mientras lo logras, está permitido.
Volver a empezar cuando el ímpetu inicial entra en calma para dar paso a nuevas inquietudes ante las que es necesario adaptarse, con el más aguzado de los sentidos, antes de poder de nuevo remontar. Una descripción de lo que significa dar un giro y decidir si hemos de pivotar o perseverar.
Volver a empezar te lleva más cerca de donde quieres estar
La experiencia de emprender va de la mano del ensayo y error, las pruebas e hipótesis para despertar el interés que oculta detrás una necesidad o problema aún sin resolver, o incluso la demanda del aire renovado que aporta la innovación.
Esto es lo que fundamentará la decisión de mirarnos desde un lugar distinto para permitir que con la esencia intacta puedan abrirse ofertas nuevas y distintas o quizá volver a empezar conociendo y reconociendo a esas personas a quienes deseamos dirigirnos.
Nuevo rumbo con retocada imagen y la genuina honestidad que dicta tu corazón. Una idea emprendedora, un propósito que te impulsa a levantarte cada mañana, un deseo temeroso pero que no flaquea porque sabe que volver a empezar no es derrota sino nueva oportunidad.
Apología del declive
Saber que no todo sucede como lo esperabas, ni según la idea dentro de tu cabeza, ni la exaltación emotiva que llena de sentido una idea de negocio. Se trata siempre de una prueba de fuego que es necesario pasar para saber si habrá un más allá en el tiempo, si decides volver a empezar.
Hallar a quienes se sientan atraídos e interesados en conocer las bondades que hacen del tuyo un camino certero, una ruta hacia la solución del dolor, capaz de alejarles del sufrimiento y acercarlos al placer, es una constante aunque tengas que volver a empezar.
Resistencia a la caída
La estación previa en la que falta muy poco, tan solo la rendición de tu resistencia a entender que por ahí no es y el próximo paso inaplazable está en tomar un nuevo derrotero. El cambio y la necesidad de adaptarse a él, es lo único seguro.
Y sí que te entiendo cuando te digo de la necesidad de querer una explicación, o de buscarla incesantemente en tu cabeza, con los sueños rotos una vez más. Equivocarse, sí, pero que sea rápido y levantarse, un lema entre emprendedoras cuando tienen que volver a empezar.
Mi reflexión final
Una y otra vez he girado en el camino y te digo que cada experiencia es distinta, esclarecedora y te da la posibilidad de mirar lo que deseas hacer desde un nuevo escalón, por encima y más lejos de donde estabas y más cerca del lugar al que quieres llegar. Vamos ¡puedes volver a empezar!
¿Algunas claves de mi recorrido? Acá te las dejo:
1.- Gentileza contigo y tus procesos, no te las sabes todas y todo lo que sucede te deja aprendizaje y valiosa experticia que te coloca en ventaja con respecto a quien no ha tenido que volver a empezar.
2.- Estar dispuesto a observar lo que te sucede de manera razonada y objetiva asumiendo la responsabilidad de los cambios que quieres alcanzar. Si no eres tú, ¿quién?
3.- Siempre habrá alguien con quien conversar para observarte de manera distinta, e incluso descubrir cómo mejorar tu estrategia. Agudiza tu intuición para encontrarle, donde menos te lo esperas consigues un@ maestr@ de vida.
Espero sea de utilidad, si conoces a alguien que le esté tocando volver a empezar… Comparte
@Soydemi.ve
Rosa Masi
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Wuao, Graciassssss. Me llegó al cuerpo y alma… en este tiempo de cierre y balance, me vi reflejada con algunas decisiones que he asumido con calma pero no dejaban de golpearme por no haber podido cumplir. Avanzando con aprendizajes de la experiencia, tu contexto y acompañamiento (mentoría, asesoría).
Es que, mi querida Rosa en estos días hablando con un grupo, les citaba aquella canción cantada por Miguel Ríos “todo a pulmón”; ¿ es volver una forma de llegar?
Yo creo que si. Yo que soy una optimista resiliente creo que sí y creo en el proceso y creo en el crecimiento. Y creo en todas las emociones que eso nos embarga como seres humanos y más como mujeres sensibles Muchas gracias por asomarnos esto, muchas gracias por tu frescura, muchas gracias por todo lo que nos ofreces en tus escritos
Gracias Mirna por leerme, lo único seguro es el cambio y mejor si viene, tal como mencionas, de un balance razonado, con decisiones estratégicas y sobre todo con la visión más clara de hacia dónde quieres ir. Ánimo
Gracias Sheila, de acuerdo contigo todos los caminos te conducen a donde quieres llegar, si no puede correr, camina. Que la necesidad de girar y buscar nuevas formas no nos detengan.
Honrada por tus palabras, escribir con el corazón es lo que disfruto poder compartir